“SIMAPRO es una metodología desarrollada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que busca impulsar la productividad y mejorar las condiciones de empleo de las organizaciones. “En 2009 comenzamos a trabajar mano a mano con la OIT, tomamos el programa y lo adaptamos a la pequeña y mediana empresa en México, explica Dolores Correa, directora general de la consultoría mexicana iCAM Group.

Un hotel de Morelos fue el primer negocio en el que implementaron el modelo. Tras el éxito, todo vino rodado. “El gobierno de Morelos nos pidió trabajar con 40 PyMEs más y en 2012 ya llegamos a 12 estados”, platica Correa.

De acuerdo con la consultora, el programa tiene una duración de seis meses y se divide en tres etapas:

Etapa de diagnóstico. Todo el personal se involucra durante tres semanas para analizar cómo está la compañía en temas financieros, organizativos, de mercado, de innovación y sustentabilidad, entre otros. “El objetivo es democratizar la empresa, que cada integrante aporte al menos una sugerencia acerca de cómo podrían mejorar”.

Maratón de mejora. La PyME, organizada en sus equipos naturales de trabajo, nombra un líder para cada área, los cuales se reunirán cada semana una hora para decidir qué mejoras llevar a cabo. Una vez definidas, se comprometen a realizarlas en un mes y medio. “Esta fase sirve para detectar brechas de aprendizaje y preparar cápsulas de capacitación”, señala la directora de iCAM Group.

Medición, mejora y retroalimentación. Los equipos se juntan cada dos semanas, miden resultados y votan por las mejoras más efectivas, empleando indicadores comprensibles para todos y acompañados durante todo el proceso por un consultor.

“Las empresas que lo han implementado han conseguido un 258% de retorno de inversión durante los seis primeros meses, han mejorado el clima laboral un 4.7% y las áreas funcionales y tractoras (administración, finanzas, mercadotecnia, innovación y medio ambiente) entre un 8% y un 15%”, destaca Correa.

La directiva reporta uno más de los casos de éxito de este programa: un despacho jurídico en Cancún que, en tan sólo seis meses, logró pasar de una a ocho sucursales. “Cuando al empresario le preguntaron cómo lo había conseguido, éste contestó: `La consultora nos puso a bailar a todos juntos´”.

En México, 300 PyMEs han adoptado el modelo con la ayuda de la firma mexicana iCAM Group, que también ha hecho pequeños esfuerzos en Guatemala, Honduras, Costa Rica, República Dominicana, Chile y Cuba. Ahora, tienen la vista puesta en Panamá y El Salvador, tras ganar el concurso “Caminos a la prosperidad en las Américas”, organizado por el gobierno de Estados Unidos, que les otorgó 500,000 dólares para atender a empresas en estos dos países.

“Nosotros también somos una PyME, no tenemos más de 12 empleados, pero estamos cosechando los frutos de 15 años de trabajo”, apunta Dolores Correa.

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